En realidad, la bacteria responsable del cólera es bastante fácil de eliminar con el uso de antibióticos cuya seguridad y eficacia han sido comprobadas, y cuya distribución en los países desarrollados está totalmente garantizada.
Algunos de estos antibióticos efectivos contra el bacilo son: azitromicina (macrólido), ciprofloxacino (quinolona), doxiciclina (tetraciclina) o co-trimoxazol (sulfamida). Todos ellos de fácil acceso y ampliamente utilizados en países avanzados. El médico será el encargado de prescribir el más adecuado en cada caso, junto con la dosis necesaria; y el farmacéutico le facilitará toda la información que requiera para garantizar que el medicamento es efectivo al 100%.